
Disfrutar de un masaje erótico con tu pareja es algo que vais sentir en vuestra piel y que os hará sentiros como nunca, ya que se trata de una práctica que no todo el mundo hace, quedándose únicamente en el acto sexual, sin explorar otras sensaciones como las que se pueden sentir con un masaje erótico ya bien sea una persona pasiva y la otra activa o incluso un masaje cuerpo a cuerpo. En esta guía te queremos dar las claves para disfrutar tú y tu pareja de un masaje erótico que nunca olvidaréis.
Consejos para masajes eróticos en pareja
El primer paso que vais a tener que seguir ambos miembros de la pareja es aceptar que se trata de un complemento más de la relación sexual y que los dos quieran sentir este tipo de experiencia. Cuando ambos en la pareja quieren entregarse a explorar sus cuerpos por medio de un masaje se consigue que la excitación y la estimulación vaya creciendo, necesitando que haya tiempo suficiente para poder realizarlo.
Poder disfrutar de este tipo de practicas requiere tiempo, ya que no se debe de realizar con rapidez, no es un aquí te pillo y aquí te mato, sino que debe ser sutil, erótico y muy sensual, para que el calor vaya creciendo lentamente pero constante, disfrutando de ambos cuerpos, de los roces, las caricias e incluso los susurros al oído. Una de las claves que nos comentan los especialistas en masajes en pareja de masajesenpareja.madrid es que se pueda contar con un tiempo de alrededor de una hora para disfrutar del masaje, puesto que, de lo contrario, se realizaría con mucha prisa y no se conseguiría estimular tan bien a la pareja.
Es importante también, para que se pueda considerar una práctica diferente a la que comúnmente se realiza, que se ambiente el lugar donde vais a encontraros, ya bien sea con velas aromáticas, las cuales se pueden encontrar en cualquier lugar, como también con aceites esenciales que puedan utilizarse en masajes y que puedan llegar a crear un tacto más disfrutable si se realiza no solo con las manos, sino también con todo el cuerpo.
Recomendaciones para disfrutar de un masaje erótico perfecto
Cabe destacar que en los masajes eróticos en pareja lo que cuenta no es finalizar, es decir, que el orgasmo no sea el fin del masaje o el clímax, sino que es importante recordar que lo ideal es disfrutar del camino, del roce y del cariño que va manejándose con el masaje. Por este motivo para muchas personas puede ser un juego erótico preliminar excelente, ya que se da más importancia a la conexión y a la comunicación de la pareja, a conectar con las experiencias que a simplemente realizar el acto tal cual y terminar en el menor tiempo posible.
Para aquellas parejas que comienzan a disfrutar de los masajes eróticos el mayor consejo que se le puede dar es que lo realicen con tranquilidad, posiblemente en las primeras sesiones no sepan como avanzar, ya bien sea por timidez o porque no saben qué técnicas deberían de realizar con las parejas o incluso porque sienten algo de pudor o van directamente a las zonas erógenas, sin embargo, es algo habitual, ya que pensamos que la excitación o estimulación sexual solamente se va a conseguir tocando los genitales tanto masculinos como femeninos, dejando de lado el morbo, la pasión y la lujuria. No hay que desistir en la primera práctica sino que se conviene que se realice a menudo, porque como todo, se empieza a subir la experiencia y se empiezan a probar y mejorar los masajes eróticos en pareja.
Los masajes eróticos pueden ser una parte inicial o final del acto sexual, pero también puede convertirse en una totalidad, siempre y cuando se sepa realizar, algo que deberá de hacerse con tranquilidad. Lo mejor en aquellas personas que experimentan por primera vez un masaje de esta clase, es que se puedan relajar, que se comuniquen, preguntando de manera sensual qué es lo que les gusta y qué no, porque quizás a un hombre no le apasiona que le toquen los glúteos y a una mujer sí o viceversa, por lo que la comunicación debe estar presente en todo momento entre la pareja y siempre estar los dos dispuestos a vivir esta experiencia sexual tan enriquecedora.