Hacer que se corra una mujer no siempre es fácil. Pero antes de entrar en detalles, quiero dejar claro dos cosas. Las mujeres pueden eyacular, pero no todas. Al igual que el no eyacular no quiere decir que una mujer no pueda llegar al orgasmo.
La eyaculación de una mujer se realiza a través de la uretra, es decir, la misma zona por donde la mujer orina. El líquido expulsado por la mujer tiene un color y una textura muy parecida al semen, aunque como podrás imaginar, la composición de este líquido no es igual a la del semen. Una vez que tenemos todo esto claro, es el momento de seguir con este interesante artículo.
Prepara a la mujer para la estimulación
Antes de realizar nada, es de vital importancia preparar a la mujer para la estimulación. Si recuerdas, normalmente las mujeres tardan más en llegar al orgasmo, de aquí que los preliminares sean muy importantes. Esto quiere decir que los juegos eróticos pueden ser una gran herramienta para calentar a tu pareja y prepararla para el futuro orgasmo.
Cuando notes que la mujer ya está excitada, abras realizado buena parte del camino, pero ahora te queda otra parte importante para conseguir que pueda llegar al orgasmo real.
Para tener mayores posibilidades, te recomiendo que la tumbes sobre algo cómodo, por ejemplo, la cama. Una vez tumbada, tendrá que abrir las piernas. No vayas directamente a los genitales, sino que te recomiendo que la calientes un poco más. Puede ser una buena idea besarla todo el cuerpo, tocarla los senos… y cuando veas que el nivel de excitación ha aumentado un poco más, será el momento de centrarse en los genitales.
Puede ser una buena idea comenzar a tocar y acariciar los labios mayores, para más tarde comenzar a estimular el clítoris. La estimulación de esta zona debe ser lenta al principio e ir aumentando el ritmo poco a poco para conseguir buenos resultados.
Cuando hayas estimulado a la mujer, es el momento de meter con cuidado un par de dedos. No olvides que es muy importante tener las uñas cortas para evitar dañar a la mujer. Para tener más éxito, te recomiendo usar el dedo anual y o el corazón. Mete los dedos por la vagina con la palma hacia arriba para que te sea más fácil encontrar el punto G. Para que te hagas a la idea, a una profundidad de unos 3 cm encontraras una zona un poco mas rugosa. Esta zona es el punto G. Se nota con el tacto de manera bastante sencilla, siempre y cuando la mujer esté excitada.
Tras encontrar esta zona, es el momento de comenzar a estimular la zona con diferentes movimientos para que la experiencia no sea todo el rato la misma. Mientras estimulas el punto G, te recomiendo seguir excitando a la mujer tocando sus senos, con besos… y sobre todo acariciando el clítoris. Piensa que la combinación clítoris con el punto G es la mejor opción para conseguir tener la máxima probabilidad de que la mujer llegue al orgasmo. Lo importante es comenzar con un ritmo lento y poco a poco ir aumentándolo. Esto aportará a la mujer un mayor placer.
Si lo haces bien, puede que la mujer pueda llegar al orgasmo sin eyacular. Tranquilo, la mujer no es como el hombre. Aplicando el rango de placer adecuado puede llegar a tener varios orgasmos. Con esto quiero decir que puedes seguir excitando a la mujer a pesar de que ya haya tenido el primer orgasmo.
Pero como en este caso queremos que la mujer pueda eyacular, no debemos conformarnos con el orgasmo, sino que debemos seguir para conseguir nuestro objetivo. Para conseguirlo, tú deberás seguir con los movimientos que estabas realizando, mientras que ella tendrá que realizar contracciones intermitentes de los músculos que liberan la orina. Al principio no la será fácil, pero con el paso del tiempo aprenderá a usar esta técnica con facilidad. Este sistema ayuda a la mujer a tener mayor probabilidad de eyaculación, a la vez que la permite retener durante más tiempo el orgasmo, es decir, disfruta durante más tiempo del placer.
En este momento es importante no parar, sino que seguir la estimulación a un ritmo más elevado para que la excitación sea máxima. A los pocos minutos, seguro que ella comenzará a notar muchas ganas de ir a orinar. Es una sensación que se confunde y que hace que muchas mujeres paren para ir al baño corriendo. Pídela que siga contigo mientras sigas la estimulación. Ahora es el momento de que levante las caderas mientras hace presión en las nalgas, mientras que tú deberás seguir con la masturbación a un ritmo elevado. Incluso se puede decir que este es el momento de aumentar la potencia al máximo para ayudarla al squirt. Si lo hacéis bien entre ambos, no solo verás el resultado con la eyaculación, sino que también lo podrás ver en su cara. Tendrá una cara de máximo placer, por lo que seguro que te pedirá que en el futuro la ayudes a disfrutar de esa gran experiencia.
Consejos para llegar a tener éxito
Debes saber que la eyaculación de la mujer no siempre es fácil. Con esto quiero decir que es muy probable que al primer intento no consiga eyacular. No os desaniméis, seguir intentándolo y conseguiréis vuestro objetivo. A algunas mujeres les cuesta más que a otras.
Cuando notes que va a eyacular, es importante retirar los dedos para que lo pueda hacer sin problemas. Lo importante es hacer todo esto con amor para que ella lo pueda notar y así ayudarla a una eyaculación más placentera.
Cuando eyacule, no te vayas y te olvides de ella. Para ella será muy agradable que te quedes con ella. Una buena opción puede ser abrazarla, otra dar masajes circulares a los labios mayores… lo importante es mostrarla cariño y conseguir que la experiencia pueda ser inolvidable para ella, sobre todo si es la primera vez que tiene ese tipo de orgasmo tan profundo.