Cómo hacer sexo anal

Cómo hacer sexo anal

A pesar de lo mucho que se ha dicho, tras muchos estudios se ha demostrado que el sexo anal es saludable, siempre y cuando se practique con seguridad y de manera adecuada. Según muchos sexólogos, el sexo anal es una práctica más del sexo. No hay que tener miedo a practicarlo, pero siempre hay que tomar medidas.

Hay que tener en cuenta que en la zona del ano hay zonas muy sensibles. Esto quiere decir que, si se realiza sexo anal con cuidado, se puede llegar a producir una gran sensación de placer. De aquí que cada vez sean más las parejas que lo pongan en práctica y se abran a nuevas experiencias. Pero hay que tener en cuenta que este tipo de sexo es subjetivo, es decir, a todo el mundo no le gusta. En ningún momento se debe forzar a una persona a realizar este tipo de sexo si no lo desea. No hay que olvidar que el sexo anal puede ser placentero, pero la gran mayoría de personas siguen afirmando que el coito sigue siendo su opción preferida.

Una vez dicho esto, te voy a dar una serie de consejos para que los pongas en práctica y así puedas tener relaciones sexuales anales con seguridad.

Siempre usa preservativo

Muchas personas piensan que practicando sexo anal no hace falta usar preservativo porque el riesgo de embarazo es nulo. Pero esto es un gran error.

Debes saber que a través del sexo anal se pueden contraer muchas enfermedades, por lo que el preservativo es la única herramienta que tienes para evitar que esas enfermedades te puedan contagiar. Incluso si vas a practicar sexo anal con tú pareja habitual, también te recomiendo usarlo.

Piensa que el ano es una zona muy sensible. Se pueden producir pequeñas heridas que son una buena fuente de contagio de enfermedades mutuas. En cambio, si se practica con protección, el contagio de enfermedades no se podrá dar.

Usa un lubricante de calidad

El ano no es una zona que sea demasiado propicia para la penetración. Por este motivo, siempre hay que usar un buen lubricante que ayude a que la penetración sea más sencilla y en consecuencia nada dolorosa. Es importante aplicar lubricante en los dedos, en el ano y en el pene.

Gracias a la aplicación del lubricante, se reduce de manera importante la producción de heridas, lo cual reduce el riesgo de sufrir dolor durante la penetración. A la hora de usar un buen lubricante, te recomiendo que sea un lubricante hidrosoluble. El mismo es compatible con el látex, por lo que el preservativo no se romperá durante la relación sexual.

Eso sí, debes saber que este tipo de lubricante se seca con mayor rapidez por lo que puede ser una buena opción volver a dar un poco mas de lubricante en caso de que la lubricación comience a fallar.

No hagas movimientos fuertes

Como vengo comentando a lo largo de todo el artículo, la zona anal es una zona delicada, por lo que la penetración debe ser suave y en ningún momento debe ser fuerte para evitar dañar la zona anal de la persona que está siendo penetrada.

Para comenzar, es de vital importancia que antes de realizar la penetración, se estimule la zona anal para que la penetración sea más sencilla. Hay muchas maneras de estimular esta zona, pero lo más común suele ser a través de un masaje en esta zona. Cuando notes que la persona está relajada y la zona esté estimulada, será el momento de comenzar la penetración. Puede ser una opción comenzar la penetración con un dedo y cuando el ano esté preparado comenzar la penetración con el pene, con más dedos o con un juguete sexual. Recuerda, lo importante es que el ano esté relajado para poder realizar una buena penetración.

Cuando comiences la penetración, no lo hagas de golpe, sino que esta penetración la tienes que hacer lentamente. Y cuando la penetración sea completa, en ningún momento deberás realizar movimientos bruscos. Si los haces, lo que conseguirás será dañar a la persona que está siendo penetrada.

Aprende técnicas de relajación

Como bien he comentado antes, es muy importante la relajación para conseguir poder disfrutar al máximo del sexo anal. Si es tú primera vez, puedes estar seguro o segura de que no te será fácil relajarte, ya que estarás muy nerviosa con seguridad. Cuando veas que no hay ningún tipo de riesgo, siempre y cuando tengas los consejos anteriores en mente, luego te será más fácil relajarte.

En el caso de que te sea complicado relajarte en ese momento y quieras tener este tipo de relajación, puede ser una buena opción aprender técnicas de relajación. Antes de tener sexo anal, te recomiendo relajarte en solitario. En internet podrás encontrar muchos consejos de relajación muy efectivos. Cuando estés relajada, prueba a introducirte tú misma los dedos o el consolador. Recuerda que la penetración siempre debe ser lenta para evitar cualquier tipo de dolor. Si lo haces tú, te será más fácil relajarte ya que en cualquier momento podrás finalizar.

Tras unas pruebas de manera individual, seguro que te será mucho más fácil relajarte cuando estés con tu pareja.

No olvides que el sexo anal es voluntario, por lo que, si no te sientes preparado o preparada en ese momento para que te hagan una penetración, solo deberás comentárselo a tú pareja. La pareja lo deberá comprender si realmente te quiere. No olvides que hay mucho tiempo para realizar este tipo de sexo. Mientras te preparas para ese momento, podéis seguir disfrutando de otros tipos de relaciones sexuales. Por ejemplo, podéis realizar coitos tradicionales, apostar por el sexo oral… hay muchas opciones que os permitirán vivir muy buenas experiencias y conseguir que el sexo no pase a ser algo aburrido. Y cuando estés preparado o preparada, no lo dudes y prueba el sexo anal. La gran mayoría de personas que lo han probado están satisfechas con la experiencia. No te quedes con la duda y ponlo en práctica cuando realmente sientas que es el momento.